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Capítulo 7.
ELECTROMIOGRAFÍA

La electromiografía nos permite diferenciar claramente una atrofia muscular neurógena de una miógena.

Pocos son los autores que reseñan haber utilizado este método de estudio y diagnosis en pacientes con fibrosis glútea. La mayor parte de ellos [20, 77, 83, 86] no encuentran alteraciones electromiográficas -al igual que le sucede a Fairbank [37], Lloyd-Roberts [169], Oh [223], Roberts [224], Norman [225] o Peluso [226], entre otros- en las miofibrosis del cuadríceps, deltoides y/o tríceps; tan sólo Cubells [86] señala haber hallado «signos de afectación miógena a nivel de los músculos glúteos mayores con una alteración del trazado que no corresponde al tipo de distrofia muscular progresiva, no habiendo ningún vestigio de afectación neurógena».

Rousseau [80], por otra parte, encuentra una alteración electromiográfica de tipo neuropático en un paciente adulto que cursó con una fibrosis muscular de la región glútea con atrapamiento del nervio ciático mayor tras un tratamiento intramuscular con pentazocina.

En nuestros pacientes hemos obtenido patrones normales de tipo miopático y neuropático en el músculo glúteo mayor, al igual que sucede en algunos tipos de miopatías como la distrofia muscular tipo Leyden-Mobius. A este diagnóstico «electromiográfico» se llegó en un varón de 11 años de edad que presentaba una clínica típica de fibrosis glútea. Otro varón con caracteres clínicos semejantes presentaba un patrón electromiográfico compatible con una miopatía escapuloperoneal.

Los hallazgos electromiográficos encontrados los podemos sintetizar en:

Alteraciones éstas que ponen de manifiesto una intensa fibrosis de dicho músculo.

Esta infiltración fibrosa hace no sólo que exista una dificultad a la penetración de las agujas de exploración [80, 95, 97], sino también que aparezcan las zonas electromiográficamente mudas [95, 227].

La ausencia de actividad espontánea es reseñada también por Bado [227] y Hnevkovsky [36] en la fibrosis congénita o idiopática del músculo cuadríceps; en tanto que Mastaglia [97] y Oh [222] señalan una reducción de la misma en la miopatía fibrosa inducida. Esta merma de actividad insercional espontánea aparece, según Barwick [228], en la atrofia muscular con sustitución fibrosa y en condiciones de aguda inexcitabilidad de las fibras musculares, como por ejemplo la parálisis familiar periódica. Por el contrario, está presente en todas las formas de miositis [229].

Los trazados son de breve duración, de tipo interferencial en la miopatía inducida [97, 223] y con una pérdida de potenciales de unidad motora que se ve reflejada en todos los trabajos consultados [35, 36, 97, 98, 223], siendo éstos de pequeña amplitud.

En nuestra serie ha habido casos en los que no hemos encontrado potenciales polifásicos, al igual que Hnevkovsky [36] en la fibrosis muscular idiopática del cuadríceps, y otro en los que éstos presentaban una incidencia normal o elevada, al igual que señalan Walton [35], Groves [95], Mastaglia [97], Levin [98] y Oh [223] en las contracturas aparecidas como complicaciones de tratamientos repetidos con inyecciones intramusculares de antibióticos, petidina, pentazocina o heroína, y también son muy frecuentes en las alteraciones de los nervios periféricos [230].

Todo ello nos hace considerar que las alteraciones electromiográficas del músculo glúteo mayor detectadas en la fibrosis glútea pueden depender de la situación de las agujas de registro en relación con la lesión; no obstante, pensamos que éstas tienen un origen mixto. El trazado muestra una afectación miógena con signos de lesión nerviosa de grandes troncos.

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